Blanca + Javier Puerto Rico
14 febrero, 2017
Susy + Luigi Boda Religiosa
14 febrero, 2017
Mostrar todos
«Cuando –por fin- te piden matrimonio la cabeza de una novia no descansa. Son muchos detalles los que vienen por delante… Yo tenía tanto tiempo esperando el momento que hay “cositas” que ya tenía visteadas… Jajajaja…
 El día que nos comprometimos no dormí.. ¡Obvio! Me casaba en un país donde todos los precios aumentan el 100% cada 15 días así que tenía que ver la forma de optimizar el tiempo para casarnos cuanto antes, porque pasara lo que pasara mi presupuesto iba a ser el mismo 2,6 o 12 meses después.
 Comencé a hacer memoria, de todos los eventos recientes a los que había ido, qué me había gustado de cada uno y qué pudiera estar dentro de mi presupuesto. Así es como comencé a llamar a todas esas amigas pidiendo consejos y tips, porque debo confesar que no soy de esas personas que siempre están “in”.
 Hacía unos meses había ido a un matrimonio civil muy sencillo, pero lindísimo y las dos o tres fotos que había visto de ese enlace me habían parecido súper tiernas. Honestamente, fue casi lo primero que hice: BUSCAR UN FOTOGRAFO. Así llegué con Ibrahim, nos conocimos en su oficina, me mostró muchas fotos y conversamos por horas.
 Hubo química!! Que para mí era súper importante porque soy muy tímida y necesitaba sentir que con mi fotógrafo tenía confianza y conexión. No busqué más, no me reuní ni contacté a más nadie. Con esa reunión me bastó.
 Coordinamos una reunión para que Daniel, mi novio, lo conociera y me dijera si se sentía cómodo con él. Gracias a Dios así fue. Si es difícil para una mujer sentirse cómoda posando ante una cámara creo que para un hombre es peor.  Finalmente cerramos el contrato.
 Mantuve comunicación con Ibra toooodo mi compromiso. Bueno “todo” mi compromiso, porque tampoco fue tan largo. Le iba mandando fotos para que viera más o menos el tipo de tomas que me gustaban, él hacía lo mismo. Me entendía, entendía lo importante que era eso para mi. Quería que en las fotos se viera la felicidad auténtica, momentos espontáneos, risas, complicidad, amor, nada de poses…. Todo eso lo quería y él lo logró!!
 Nos vimos en la casa donde me iba a vestir para visualizar las tomas… Intercambiamos opinión y la creatividad de los dos voló. Cuando llegó el día no hubo pena, no hubo miedo escénico. Todo fluyó muy natural y eso se ve en las fotos. Fue una experiencia para repetir (sólo que mi esposo no está muy de acuerdo en volver a pasar por todo el estrés previo a la boda jajaja).  Ya no vivo en Venezuela, pero seguro que cuando tenga un “pollito en el horno” voy  a buscar a Ibra para mis fotos de embarazada.
 Mi consejo para las novias: simplifíquense la vida, si algo sale mal nadie se va a dar cuenta, busquen proveedores que entiendan sus necesidades y sus gustos porque eso será vital para facilitarles las cosas; por último pide consejos… Pregúntale a los expertos, si ya cerraste con un proveedor pídele referencias de otros proveedores. Entre ellos se conocen y saben quienes son los mejores (y los mejores para todo tipo de presupuesto).
 Ya yo hace casi un año me casé, disfruté mi experiencia muchísimo. Creo que el novio se estresó más que yo… Y bueno, ahora tengo 3 mil fotos de esa mágica noche y un amigo más en mis contactos».